 Bajo el capó, monta un motor de seis cilindros en línea con culata en L, capaz de entregar 84 bhp a partir de 250 pulgadas cúbicas. Cuenta con transmisión manual de tres velocidades, ejes rígidos con suspensión de ballestas semi-elípticas y frenos hidráulicos Lockheed de tambor en las cuatro ruedas. Su distancia entre ejes es de 121 pulgadas. En 1929, Chrysler dejó atrás los motores de cuatro cilindros, que pasaron a formar parte de la gama Plymouth, y todos los modelos Chrysler incorporaron motores de seis cilindros. Los nuevos modelos, presentados en junio de 1928, se dividieron en tres series: 65, 75 e Imperial. Estos fueron los primeros Chrysler en integrar persianas de radiador, frenos hidráulicos internos Lockheed y amortiguadores Lovejoy de serie. El motor de 250 pulgadas cúbicas y 84 bhp fue común a las tres series. Con un precio de 1,550 dólares (sin opciones), Chrysler fabricó 6.414 unidades del Roadster Serie 75 en 1929. Rápidamente se ganaron una reputación no solo por su excelencia técnica, sino también por su rendimiento competitivo. Aunque la marca apenas tenía cinco años, apostó fuerte por el automovilismo europeo: el Serie 75 Roadster, sorprendentemente veloz, fue seleccionado para representar a la compañía. En las 24 Horas de Le Mans de 1929, un Serie 75 logró un impresionante sexto puesto absoluto y tercero en el Índice de Rendimiento (Stoffel/Benoist). Ese mismo año, en las 24 Horas de Spa, dos unidades terminaron en sexto (Stoffel/Rossignol) y undécimo (Hommel/Delvaux) lugar. En la Mille Miglia, un ejemplar similar ganó la categoría de 5.0 litros, pilotado por Leonardi y Barbieri. Por todo ello, el Roadster Serie 75 sigue siendo un fuerte candidato para participar tanto en la Mille Miglia como en la Le Mans Classic.
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1899 Renault Tipo BEl Renault Tipo B, lanzado en 1899, fue una de las primeras grandes innovaciones de la industria automotriz. Diseñado por los hermanos Renault como evolución del Tipo A, incorporaba un motor monocilíndrico De Dion-Bouton y un revolucionario sistema de transmisión por eje directo, patentado por Louis Renault. A pesar de su modesta potencia, ofrecía un rendimiento eficiente y fiable. Su diseño biplaza cabriolet combinaba funcionalidad y elegancia, lo que lo hizo destacar entre los vehículos de su época. Además, sus éxitos en carreras ayudaron a posicionar a Renault como una marca prometedora. El Tipo B marcó el inicio del legado de Renault y sentó las bases para el automóvil moderno. Siguiente
1933 Chrysler Imperial CQ ConvertibleEl Chrysler Imperial CQ Roadster de 1933 es un coche clásico extremadamente raro: solo se fabricaron 243 unidades convertibles, y hoy en día quedan muy pocos ejemplares. Chrysler, a pesar de la crisis económica de la época, se mantuvo financieramente estable y su serie Imperial, aunque no era de grandes ventas, destacó por su lujo y exclusividad. En 1933, el modelo CQ fue completamente rediseñado y la respuesta del mercado fue positiva: la producción total aumentó respecto al año anterior, alcanzando 3,822 unidades para la serie CQ, lo que ayudó a Chrysler a subir al noveno lugar en ventas nacionales. |
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