1909 Rolls-Royce Silver Ghost Rey de los belgas “The Silver Fairy”

Gran parte de la reputación de Rolls-Royce —y, de hecho, gran parte del aura mística y duradera que rodea a la marca— se cimentó con el magnífico Silver Ghost 40/50 HP, presentado en 1906. El apodo “Silver Ghost” proviene del nombre dado al automóvil personal de Claude Johnson, director gerente de la firma, pintado en un elegante tono plateado con detalles en níquel. Su popularidad inspiró a otros propietarios adinerados a bautizar sus vehículos con nombres similares, al igual que se nombra una finca o un yate de lujo. Algunos de estos apodos han pasado a la historia, como “The Silver Dawn” y, el que aquí nos ocupa, “The Silver Fairy”, así llamado por su primer propietario, John Henry Thomas, botánico y reconocido fotógrafo.

El señor Thomas recibió su Silver Fairy el 4 de agosto de 1909. Construido sobre un chasis “corto” de 134 ½ pulgadas de distancia entre ejes, el coche presentaba proporciones más deportivas y llamativas que la versión estándar. Su carrocería, un refinado estilo Roi des Belges, fue obra del afamado carrocero londinense Barker. Esta versión mantenía las líneas clásicas del modelo, aunque con un diseño más compacto para adaptarse al chasis acortado. En 1911, el vehículo fue reconstruido para el señor Thomas, permaneciendo en su propiedad hasta 1924. Para entonces, había recorrido más de 300.000 millas, y fue intercambiado por un nuevo Silver Ghost.

Décadas más tarde, en noviembre de 1958, el vehículo fue adquirido por el fallecido Joe Loecy, pionero entusiasta de Rolls-Royce en Cleveland, Ohio. Loecy importó el coche desde Inglaterra, donde lo había adquirido al Mayor C.G. Cardew, un operador de garaje en Harrogate. Con su habilidad y dedicación, Loecy emprendió una meticulosa restauración, replicando la carrocería original del Barker Roi des Belges. El automóvil permaneció en manos de la familia Loecy durante más de cuarenta años, obteniendo numerosos reconocimientos, incluido el primer puesto en su clase en el Encuentro Nacional del Rolls-Royce Owners’ Club en 2002. En 2004, pasó a formar parte de una prestigiosa colección privada de Silver Ghosts.

Posteriormente, su nuevo propietario encargó una restauración completa al renombrado especialista Steve Littin, de Vintage & Auto Rebuilds, en Chardon, Ohio, considerado una de las principales autoridades en Silver Ghost en Estados Unidos. Littin destacó que el vehículo nunca había sido desarmado completamente a nivel mecánico y que conservaba todas sus piezas originales. Durante su intervención, realizó una renovación integral tanto mecánica como estética: la pintura fue restaurada en un tono crema brillante con líneas de carrocería grises, el interior se revistió con cuero gris carbón, se aplicaron molduras de madera pulida y se instaló una capota de lona negra con herrajes en níquel pulido.

Como es habitual en el trabajo del señor Littin, los detalles son exquisitos y prácticamente impecables. El vehículo luce accesorios de época, como faros de gas Lucas con lentes de cristal tallado, una bocina “Cobra”, una caja de herramientas montada en el estribo y alfombrillas de junco. El tablero conserva el indicador de presión de aceite original, un velocímetro “Double Elliott” y un odómetro de viaje, mientras que el característico volante mantiene los controles de avance de encendido y ralentí. Las raras ruedas Warland Dual Rim, con radios de madera, fueron reinstaladas junto con neumáticos de borde de talón de 895 × 135.

Completada su restauración, “The Silver Fairy” fue galardonado como mejor de su clase en el prestigioso Concurso de Elegancia de Pebble Beach en 2007. Bajo su actual propietario, el coche ha continuado su trayectoria de distinción, alzándose con el premio Best in Show en Cars on Kiawah 2019, en Kiawah Island, Carolina del Sur.

Pero este Rolls-Royce no es simplemente una pieza de museo, como bien saben los conocedores del Silver Ghost desde hace más de un siglo. Bajo su anterior dueño, se le incorporó un sistema de arranque eléctrico y un sistema eléctrico de 12 voltios, mejorando su funcionalidad. También conserva el sistema original de alimentación por presión de aire, instalado en fábrica en 1911. Restaurado con esmero y respetando su autenticidad, su motor con números coincidentes honra la reputación del Silver Ghost: robusto, silencioso y ágil, capaz de acelerar con suavidad desde la marcha más lenta hasta su velocidad máxima, preferentemente en cambios altos. En palabras del señor Littin, el coche es “mecánicamente excelente”, y así continúa siendo hoy.

Fuente:

• 1909 Rolls-Royce Silver Ghost Roi des Belges “The Silver Fairy” in the style of Barker
  https://rmsothebys.com/auctions/am23/lots/r0074-1909-rollsroyce-silver-ghost-roi-des-belges-the-silver-fairy-in-the-style-of-barker/