Estimados amigos, es lamentable que existan carroceros que a pesar de sus excelentes habilidades en el trabajo insistan que buscar engañar a la gente. Tal es el caso de Fernando Alarcón, quien después de haber cumplido con el pago oportuno de una reparación en un auto antiguo fui victima de su engaño y de sus mentiras hasta el punto de que salió prácticamente huyendo del lugar en donde trabajaba. Esta persona sabía que había sido recomendado por un amigo con amplio prestigio en el medio y una autoridad en lo que a la restauración se refiere, sin embargo, aun así, no fue capaz de cumplir con lo acordado. Mucho cuidado compañeros.