Todavía no hemos construido un automóvil deportivo capaz de volar. Mientras tanto, el Austin Healey 3000 te ofrece un gran despegue. 60 mph en 9,8 segundos. Cuando los corresponsales del motor escriben sobre el Austin Healey 3000, tienden a soltar los adjetivos. A los aduladores les gusta: Robusto. Muscular. De pecho peludo. Si alguna vez ha conducido un Austin Healey 3000, no se opondrá a estas descripciones. La robustez es algo en lo que Austin ha estado trabajando durante trece años, el tiempo que tardó en llegar al actual Mark III. A estas alturas el 3000 debería ser resistente. La musculatura es función del famoso motor BMC C.series, ajustado para generar 150 CV a 5.250 rpm. Se trata de un gran motor de tres litros: de ahí la larga inclinación del capó hacia atrás necesaria para cancelarlo. Las principales mejoras, últimamente, son los detalles del acabado. Ventanillas de cuerda, capota descapotable, un habitáculo más elegante. Un asiento trasero que se sujeta hacia delante desde una plataforma para equipaje extra. En carretera, el 3000 es un coche más silencioso: los escapes dobles reducen el ruido sin disminuir la potencia. Y los frenos de disco son servoasistidos para mantener a raya más de 120 mph. ¿Competencia? El 3000 lo arruina. Es el único deportivo británico que ha ganado el Rally Lieja-Roma-Lieja, que es probablemente la prueba más destructiva de todas. También es el único deportivo británico que ha ganado dos veces el Rally de Lieja. |